Se postergó la Asamblea Anual
30 octubre, 2020
Le hacemos frente al vandalismo
3 noviembre, 2020

Con el corazón en el Poli

Bianca Teso, jugadora de vóley del equipo de Tortuguitas, fue seleccionada por el plan nacional de Detección de Talentos, que busca descubrir buenos deportistas en todo el país para fortalecer ese deporte.

Cuando se pone todo en la cancha, ni la pandemia ni el distanciamiento social obligatorio retrasan la llegada de buenas noticias. Bianca Teso, una jugadora de vóley del equipo de la Cooperativa de apenas 16 años, fue seleccionada para participar del Plan Detección de Talentos, una iniciativa de la Federación Argentina de vóley junto a la Secretaría de Deportes de la Nación, que apunta a dinamizar la llegada de jugadoras y jugadores al movimiento del vóley argentino en todo el país. “Estamos muy contentos. Esto demuestra el trabajo de Bianca y de su entrenador, y una institución que acompaña”, afirmó Jorge Bellendier, director de deportes del Polideportivo.

¿Cómo fue tu recorrido en el vóley?

Empecé a jugar a los 9 años en el Polideportivo de Escobar, ahí me empezó a gustar este deporte. Todavía no estaban las categorías sub 13 o mini, ¡así que jugaba en la sub 14! Apenas empecé fui opuesta, después fui armadora y los últimos años en Escobar fui punta y punta/central de Tortuguitas me vieron en 2017, cuando jugábamos contra la tira B de Tortu, y ese día me ofrecieron ir a jugar al club a la tira A. Fui a probar si me gustaba y me quedé. Ahora juego de central. Según Israel Morel, mi entrenador, mi característica principal es la fuerza y la altura con la que ataco. Y mis jugadoras referentes son Bianca Farriol y Julieta Lazcano de centrales, aunque hay otras que también admiro por como juegan y por la garra que le ponen.

¿Qué rol tuvo el Polideportivo en tu relación con el vóley?

Yo llegué casi sin técnica de ataque, hacía la carrera cruzada, no sabía atacar primer tiempo, y me ayudaron a aprender muchas cosas. Para mí, Tortuguitas está a la altura de cualquier otro club, incluso, sin desmerecer otros clubes, acá hay una calidad humana inmensa. A los clubes no los hacen solamente los nombres, sino las personas que los integran y yo acá encontré una calidad humana que no se si existe en otros clubes, empezando por los entrenadores, las jugadoras y sus familias. Desde el primer momento me hicieron parte y me demostraron mucho cariño.

¿Qué nos podés decir de los entrenadores que tuviste en el Polideportivo?

Empecé con Israel, me ayudó muchísimo a unirme con el grupo, yo era muy vergonzosa porque no conocía a nadie. El me enseño bien la técnica de carrera de ataque, yo lo considero como el papá del equipo: «papá Isra», jajaja. Gustavo, el otro entrenador, también me enseñó muchas cosas. Le agradezco mucho a Lili, también, entrenadora de la tira B, que fue una de las que me apoyó siempre, y al club por dejarme seguir con la camiseta de Tortu.

¿Qué representa el vóley en tu vida?

El vóley representa una gran parte de mi vida, empecé de chica y desde ese momento hasta ahora hice la mayoría de mis amigas y amigos gracias a este deporte. Es donde me voy a divertir, a descargar, a aprender. Muchas veces elegí ir a jugar antes que ir a un cumpleaños o a una juntada porque es lo que más me gusta y lo disfruto mucho. Mi familia me acompaña, me llevan a todos los partidos, son mi hinchada.

¿Cómo fue que te convoquen desde el Plan Selección de Talentos?

No lo podía creer, siento que me falta muchísimo para aprender, pero gracias a Israel hoy puedo estar en este plan de selección, Me emocioné porque no podía creer que estaba en un plan relacionado con la selección, nunca pensé llegar hasta acá.

¿Dónde te imaginás en el futuro?

Tengo algunas carreras en mente, que me gustaría estudiar. Pero me encantaría estar jugando en la selección y llegar a jugar en algún club de afuera, aunque mi corazón siempre va a estar en Tortuguitas.